Hacer un compost es una solución efectiva y amigable con el ambiente para convertir tus desechos de patio y restos de cocina en una beneficiosa mejora para la tierra. El método tradicional para hacer compost consiste en la creación de una gran pila localizada al aire libre. Sin embargo, si este método es muy antiestético o incómodo para ti, puedes buscar algunas alternativas a la pila de compost. Una de esas alternativas es hacer una fosa. Este método bajo tierra para hacer compost, algunas veces llamado “compost de zanja”, es una manera organizada y compacta de ayudar a tus desechos orgánicos a descomponerse y enriquecer la tierra.
- Cava el hoyo para la fosa de compost. Tu agujero para el compost debe tener aproximadamente 30 cm de profundidad. El área del hoyo debe estar determinada por la cantidad de materia orgánica que quieres añadir. Cuando hagas las mediciones para el tamaño del hoyo, ten en cuenta que el compost estará finamente trozado y apilado a una altura de 10 cm en el fondo.
- Troza tus materiales de compost finamente. Hacer compost bajo tierra tarda más tiempo que los realizados en la superficie y maximizar la superficie de tus restos es clave para acelerar el proceso. Los restos de cocina pueden ser trozados a mano o picados con un cuchillo. Los desechos de patio pueden ser destruidos usando una podadora de césped. Apunta a tener piezas de tamaños no mayores a 5 – 8 cm.
- Agrega el material orgánico a la fosa de compost. Apila tus restos de comida y desechos de patio en el hoyo que cavaste, con una profundidad aproximada de 10 cm. Asegúrate de que tus materiales ricos en carbón (como el papel y las hojas secas) estén completamente mezclados con tus materiales ricos en nitrógeno (como restos de vegetales y cortes de césped fresco), ya que no estarás dándole vuelta a la pila bajo tierra..
- Coloca una tabla sobre el hoyo si planeas poner más restos. Si quieres poder agregar más restos continuamente a la fosa, cubre el compost con una fina capa de tierra o materiales ricos en carbón. Luego coloca una tabla de madera sobre el hoyo para prevenir que alguien caiga en él.
- Cubre tu compost con tierra. Una vez que has finalizado de agregar tus restos orgánicos al compost, puedes rellenarlo con la tierra que sacaste. Agrega la tierra encima del compost, llenando la fosa hasta que llegue al nivel de la tierra que la rodea. Recupera el área con césped si lo deseas.
- Mantén la fosa de compost húmeda mientras se descompone. El compost bajo tierra se descompone lentamente, porque no tiene acceso a tanto aire oxigenado como lo tendría en la superficie. Para acelerar el proceso, asegúrate de que el área esté húmeda equitativamente. Durante climas secos, moja el suelo sobre la fosa de compost con una manguera de jardín. Una humedad insuficiente impedirá que los microbios descompongan los restos. Si el área es mantenida lo suficientemente húmeda, el compost bajo tierra debería estar completamente descompuesto en un tiempo cercano al año.
- Siembra plantas sobre el compost una vez que se haya descompuesto. Uno de los mayores beneficios del compost bajo tierra es que no tienes que seguir ningún paso extra para cosecharlo y usarlo para modificar la tierra. El trabajo está hecho por ti, ya que los restos descompuestos trabajarán con el suelo naturalmente. La mejor forma de sacarle ventaja a este beneficio es plantar tus plantas directamente sobre el área donde has hecho el compost con tus restos. De hecho, en cada temporada puedes ir cambiando cíclicamente de locación a tus plantas y tu compost, para asegurarte de que tu tierra para plantas esté siempre recientemente mejorada con materia orgánica.