Anoche en Villa Ciudad Parque tuvimos el placer de recibir al gran maestro Juan Falú. Lo teloneó Juan Machado, artista local que comparte con Falú su pasión por el instrumento.
Para nuestra comunidad es un hecho cultural invaluable, tener a un artista de la talla de Falú en nuestros modestos escenarios. La oportunidad de disfrutarlo en un ambiente intimo, al aire libre y en una noche estrellada donde el clima nos acompañó de forma ideal.
A la luz de la luna, en un inspirado discurso, Falú rescató el valor de los silencios en la música, de la cadencia tranquila y el valor filosófico de la vidala, como un genero al que hay que cuidar y defender de las lógicas del entretenimiento. Ante la común función que se le asigna a la música como divertimento vacío, la vidala viene a hablarnos de aspectos mas complejos y profundos del alma humana.
También, agradeció a la gestión comunal y ponderó el trabajo que se viene realizando en materia de políticas publicas en nuestra localidad, agregando que sería muy bueno que se replicasen en otros pueblos.
Compartir con Juan, sus ideas, su música y un pedacito de lo que somos como pueblo, recibir todo el genio y la calidez humana de este artista es algo que nos llena el corazón de sentimientos. Juan es una de esas personas que dan ganas de abrazar, alejados de todo cholulismo, sino movidos por una sensación de franca gratitud.